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Feminismos y ESS

Acción del Colectivo Juana Azurduy en el marco del 8M-Paro Feminista 2019.


Para visibilizar la urgencia de una economía con rostro humano, con perspectiva de género y equidad en las relaciones de poder.


" 8m. Día internacional de la mujer trabajadora.
Mirá como paramos frente a la desigualdad. ¡Vivas y Desendeudadas Nos Queremos!
Haciendo cuerpo colectivo. El movimiento de mujeres es un actor social dinámico y transversal capaz de poner en escena las diversas formas de la explotación económica.
Las mujeres organizadas fuimos capaces de poner en agenda y ensamblar demandas:
... las de los gremios y sindicatos y las de las organizaciones sociales y políticas;
... las del trabajo formal y las de las desocupadas;
... las de las economías populares y las del trabajo autogestivo.
La igualdad de derechos no basta para alcanzar la equidad de género.
Feminización de la pobreza: Somos la mayoría entre los pobres del mundo.
La precarización, la flexibilización laboral y la reducción del gasto público nos afectan de modo diferencial a las mujeres.
Segregación laboral: Porque para el mercado sexista existen trabajos que son “para hombres” y otros que son “para mujeres”. Y es “natural” que en las empresas las mujeres no ocupen en puestos jerárquicos (para 2017 más del 53% de los puestos de la alta dirección es ocupado por hombres).
Necesitamos políticas públicas:
+ Que regulen la actividad tanto pública como privada, previendo los impactos de las crisis económicas sobre la vida de todes.
+ Que promuevan la autonomía física, económica y de toma de decisiones de las mujeres.
Somos mayoritariamente responsables de las tareas cotidianas no remuneradas...
Para el sistema capitalista patriarcal, la organización social está estructurada en torno a los mercados y la responsabilidad de mantener la vida, se delega a lo gratuito, a lo invisible, al ámbito privado de las mujeres.
Nos generan una doble jornada laboral e impactan en nuestras posibilidades de estudiar, trabajar, formarnos y reducen el tiempo que dedicamos a actividades relacionadas con el ocio o el placer.
+ La universalización del cuidado como un derecho y una responsabilidad de toda la sociedad.
+ El acceso a completar estudios de formación para reducir el nivel de desigualdad.
+ Reconocer a estas mujeres como sostén de hogar permitiéndoles el acceso a una jubilación y un ingreso mínimo.
Trabajo precarizado y peores salarios.
+ La cantidad de mujeres sin ingresos propios es alta.
+ Ganamos menos que los varones por el mismo trabajo en todo el mundo.
+ Somos desvaloradas, cosificadas y hostigadas sexualmente en entornos laborales, como en los espacios públicos y privados.
Más Deuda pública es más violencia contra las mujeres… La deuda del Estado pone nuestras vidas en riesgo. Porque la pauperización de nuestras condiciones de vida y de precarización de nuestras existencias, constituyen el marco en el cual se duplicó la cifra de femicidios.

Feminismos, ESS (Economía social y solidaria), Agricultura familiar y Soberanía alimentaria
Somos mayoria en la ESS y ocupamos un lugar central en la organización y autogestión de tramas de cooperación... pero seguimos invisibilizadas a partir de la distribución desigual del poder, de la escasa participación en los procesos de decisión y del acceso limitado a los medios de producción.
Impulsar la perspectiva de género en el trabajo de las redes y organizaciones locales.
- Dar visibilidad y promover las prácticas igualitarias que favorecen la autonomía socioeconómica.
- Recrear y redefinir el liderazgo en las organizaciones y movimientos de la ESS, en el trabajo del campo, en el sindicato, en los puestos políticos y de gestión.
- Tener en cuenta las diferentes relaciones de poder entre las mujeres, sus múltiples identidades y realidades.
- Discutir los contextos locales, poner en común experiencias y establecer alianzas a partir de los principios de sororidad, cooperación y solidaridad entre mujeres.
Los canales cortos de comercialización permiten reequilibrar las relaciones de poder, crear redes de proximidad, basadas en la cooperación, la confianza y el afecto.
La tierra y la mujer como territorios de explotación. Aquello que no es bueno para la tierra, tampoco lo es para nosotres.
El no reconocimiento de las actividades reproductivas de las mujeres y la explotación irresponsable de los llamados “recursos naturales” son el emergente de un modo de producción agresivo e insostenible.
Poner en el centro la organización social, el mantenimiento de la vida, en vez de los beneficios económicos, donde se hace clave redefinir del papel del mercado, del estado y de los hogares.
La producción de alimentos a gran escala ... no tiene en cuenta el derecho que todes tenemos a una alimentación en cantidad suficiente, nutritiva, sana y segura, ni los impactos negativos a nivel social y medioambiental.
Las mujeres, creadoras históricas de conocimientos en agricultura y en alimentación, producimos hasta el 80% de los alimentos en los países ´en desarrollo´ y son las principales guardianas de la biodiversidad y de las semillas.
Las mujeres decidimos qué comemos en el ámbito privado, pero no en lo público (decisiones políticas). Las mujeres hemos acumulado conocimientos y experiencias para la promoción de la Soberanía Alimentaria, y podemos garantizar la alimentación como un derecho.
Para ello debemos reclamar/ocupar nuestro rol como sujetos políticos: participar como colectivo en las decisiones políticas que determinan los alimentos que llegan a los mercados."


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ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN 05/MAR/2024

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